En primer lugar hay que afirmar que la misa siempre
es la misma y la celebración eucarística siempre tiene el mismo valor redentor.
Pero, dejado claro lo anterior, si es cierto que, a veces, a la palabra misa se
le añade un adjetivo, por la forma de celebrarla, cuestión a la que dedicamos
este artículo. Algunos tipos de celebración ya no se usan, pero las ponemos por
curiosidad.
Así, sin agotar el catálogo, podemos hablar de los
siguientes tipos de misas:
Misa cantada: Cuando se cantan las oraciones de la misa. Se contrapone a misa rezada,
cuando no hay cantos. Sobre esta
cuestión hay que decir que, prácticamente, toda la misa se puede cantar: los
saludos del presidente y las respuestas del pueblo, las lecturas, incluido el
Evangelio, además de los clásicos Kirie, Gloria, Santus, Agnus Dei, etc.
Misa concelebrada. Se llama así cuando concelebran juntos varios sacerdotes, aunque siempre uno será el presidente, al que corresponde las oraciones presidenciales (oración colecta, oración sobre las ofrendas, plegaria eucarística salvo lo reservado a los concelebrantes, oración de postcomunión), así como la homilía.
Misa crismal: La que preside el Jueves Santo (u otro día de la Semana Santa) el obispo, para bendecir o consagrar los Santos Oleos que se utilizarán en los sacramentos que lo precisan.
Misa de Ángelis: Formulario musical gregoriano de los cantos del Ordinario de la misa que lleva el nº VIII en el Kirial y era uno de los más conocidos y, por tanto, de los más empleados. En definitive, es una misa cantada en gregoriano.
Misa de difuntos: La que se celebra con alguno de los formularios destinados a los difuntos en sufragio por su alma. No es lo mismo que ofrecer la misa por la intención de un difunto concreto.
Misa de gloria: Se llama así a la celebrada en los funerales de un niño bautizado. Se entiende que, hasta el uso de razón, el niño no comete pecado, por lo que la misa no tiene carácter de sufragio de su alma. El Ordinario del lugar puede permitir que se celebren exequias eclesiásticas por aquellos niños que sus padres deseaban bautizar, pero murieron antes de recibir el bautismo (CDC 1183.2). También era costumbre llamar así a la misa de la Vigilia Pascual
Misa concelebrada. Se llama así cuando concelebran juntos varios sacerdotes, aunque siempre uno será el presidente, al que corresponde las oraciones presidenciales (oración colecta, oración sobre las ofrendas, plegaria eucarística salvo lo reservado a los concelebrantes, oración de postcomunión), así como la homilía.
Misa crismal: La que preside el Jueves Santo (u otro día de la Semana Santa) el obispo, para bendecir o consagrar los Santos Oleos que se utilizarán en los sacramentos que lo precisan.
Misa de Ángelis: Formulario musical gregoriano de los cantos del Ordinario de la misa que lleva el nº VIII en el Kirial y era uno de los más conocidos y, por tanto, de los más empleados. En definitive, es una misa cantada en gregoriano.
Misa de difuntos: La que se celebra con alguno de los formularios destinados a los difuntos en sufragio por su alma. No es lo mismo que ofrecer la misa por la intención de un difunto concreto.
Misa de gloria: Se llama así a la celebrada en los funerales de un niño bautizado. Se entiende que, hasta el uso de razón, el niño no comete pecado, por lo que la misa no tiene carácter de sufragio de su alma. El Ordinario del lugar puede permitir que se celebren exequias eclesiásticas por aquellos niños que sus padres deseaban bautizar, pero murieron antes de recibir el bautismo (CDC 1183.2). También era costumbre llamar así a la misa de la Vigilia Pascual
Misa de parida: La que se decía a la mujer que iba por primera vez
a la iglesia después del parto. Está en desuso, pero fue habitual en siglos
pasados.
Misa Estacional del Obispo (antes llamada de Pontifical): Misa solemne celebrada por un obispo o por un prelado que goza del privilegio de mitra y báculo. En Sevilla, por ejemplo, la de las grandes solemnidades o aniversarios de hermandades, coronaciones canónicas, apertura y cierre de años jubilares y similares, etc.
Misa Estacional del Obispo (antes llamada de Pontifical): Misa solemne celebrada por un obispo o por un prelado que goza del privilegio de mitra y báculo. En Sevilla, por ejemplo, la de las grandes solemnidades o aniversarios de hermandades, coronaciones canónicas, apertura y cierre de años jubilares y similares, etc.
Misa parroquial: La que se celebra en las parroquias los domingos y
fiestas de precepto, a la hora de mayor concurso de fieles. Se aplica por todos
los feligreses y generalmente la celebra el párroco. También se la puede llamar misa pro populo, ya que tanto el obispo diocesano como el párroco tienen obligación de aplicar su
fruto a sus fieles, sin poder aceptar estipendio por otra aplicación.
Misa de los presantificados: Liturgia de comunión en la que se
utilizan panes consagrados en una celebración anterior. Aunque muy frecuente en
Oriente, en el rito romano sólo existe, en forma muy sencilla, el Viernes Santo.
En sentido estricto no es misa sino una celebración.
Misa diaconada: Misa en la que un diácono asiste al sacerdote, u
otro sacerdote que tiene a su cargo las funciones del diácono.
Misa seca: Lectura de todas las oraciones de la misa, pero sin consagración ni comunión, que fue practicada en la Edad Media en ciertos ambientes o en ciertas circunstancias (funerales o esponsales vespertinos, cuando no se podía celebrar una misa real). Desapareció tras la reforma de Pío V.
Misa seca: Lectura de todas las oraciones de la misa, pero sin consagración ni comunión, que fue practicada en la Edad Media en ciertos ambientes o en ciertas circunstancias (funerales o esponsales vespertinos, cuando no se podía celebrar una misa real). Desapareció tras la reforma de Pío V.
Misa gregoriana: Serie de treinta misas que en días consecutivos se
celebran en sufragio por un difunto. Reciben ese nombre por San Gregorio, que
fue Papa del 590 al 604. San Gregorio Magno contribuyó a la difusión de la
práctica piadosa de celebrar estas misas por la liberación de las almas del
purgatorio.
Misa
conventual: Misa de
una comunidad monástica o religiosa a la que, en principio, deben asistir todos
los miembros de la comunidad.
Misa del gallo: Es la misa que se celebra en la noche de Navidad.
Esta misa se acostumbraba a celebrar de madrugada (cuando cantaba el gallo), de
ahí su nombre. Hoy día cada vez son más las parroquias que la celebran antes de
la medianoche.
Primera misa: la primera que celebra un presbítero tras su
ordenación. El presbítero recibe, en esa ocasión, el nombre de misacantano.
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