Vamos, en este artículo, a comentar cuando está indicado hacer
genuflexión, tanto dentro como fuera de
la misa.
La genuflexión es un típico gesto del rito latino; en
otras liturgias, sobre todo orientales y de varias familias religiosas, se
considera una inclinación profunda del cuerpo como máxima reverencia. De hecho,
hasta el siglo XVI, el gesto de la genuflexión era
desconocido para la Liturgia; en su lugar se hacía una inclinación más o menos
profunda. En la Liturgia griega, este gesto se desconoce.
Para nosotros, la genuflexión
es el máximo signo de reverencia y adoración que prevé la Liturgia, por lo cual
queda reservada al Santísimo Sacramento y a la Cruz, desde los Oficios del
Viernes Santo hasta la Vigila Pascual. La OGMR de 2002, dice claramente:
La genuflexión, que se
hace doblando la rodilla derecha hasta la tierra, significa adoración; y por
eso se reserva para el Santísimo Sacramento, así como para la santa Cruz desde
la solemne adoración en la acción litúrgica del Viernes Santo en la Pasión del
Señor hasta el inicio de la Vigilia Pascual.
En la Misa el sacerdote
que celebra hace tres genuflexiones, esto es: después de la elevación de la hostia,
después de la elevación del cáliz y antes de la comunión. Las peculiaridades
que deben observarse en la Misa concelebrada, se señalan en sus lugares (cfr.
núms. 210-251).
Pero si el tabernáculo con
el Santísimo Sacramento está en el presbiterio, el sacerdote, el diácono y los
otros ministros hacen genuflexión cuando llegan al altar y cuando se retiran de
él, pero no durante la celebración misma de la Misa.
De lo contrario, todos los
que pasan delante del Santísimo Sacramento hacen genuflexión, a no ser que
avancen procesionalmente.
Los ministros que llevan
la cruz procesional o los cirios, en vez de la genuflexión, hacen inclinación
de cabeza[1].
Así pues, se explica que la
genuflexión se hace con la rodilla derecha. De inclinación de cabeza simultánea
no dice nada. Está reservada al Santísimo Sacramento y a la Cruz, en los
momentos prescritos.
Durante la misa, el sacerdote debe hacer tres
genuflexiones, que se indican con claridad. Dependiendo de si en el del presbiterio
está o no el sagrario también se actúa diferente. Si el sagrario está en el
presbiterio, la genuflexión al sagrario se hace al principio y al final,
"pero no durante la celebración de la Misa". Antes, en la segunda
edición típica (1975) se decía que había que hacerla cada vez que los ministros
pasaban delante del sagrario.
Por lo tanto, en el caso de que el sagrario esté en el
presbiterio y para concretar, ahí van
varias preguntas y respuestas:
1. ¿Deben hacer genuflexión los lectores al ir y volver
del ambón? Está claro que no.
2. ¿Si para proclamar el evangelio el ministro
ordenado tiene que pasar por delante del sagrario, hace genuflexión? No.
3. ¿Se hace genuflexión cuando se retira el pan
consagrado para reservarlo, después de la comunión? No.
4. ¿Se hace genuflexión al abrir o cerrar el sagrario,
si hemos tenido necesidad de abrirlo para la comunión? Pues tampoco.
Ahora bien, otro caso diferente es cuando el sagrario
no está en el presbiterio, que es lo más usual. Entonces, todos los que pasen
delante del sagrario hacen genuflexión, salvo que lo hagan procesionalmente. Lo
mismo debe hacer el ministro que acude a la reserva (acólito o ministro
ordenado), tanto al abrir como al cerrar el sagrario.
En cualquier caso, queda claro que la genuflexión no
debe hacerse nunca a las imágenes de cualquier clase, ni a otros objetos
expuestos al culto, tales como reliquias o similares.
La genuflexión doble (con las dos rodillas en el suelo
e inclinación), que muchas personas siguen haciendo ante el Santísimo
Sacramento solemnemente expuesto en la custodia, está suprimida de la Liturgia.
1 comentario:
Muy buena información yo tenía esa duda, la información me ha sido de bastante ayuda. Gracias
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