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29.10.08

EL RITO DE LA PREPARACIÓN DEL ALTAR Y LA PROCESIÓN DE LAS OFRENDAS

El ceremonial de la liturgia eucarística expresa la realidad sublime del sacrificio-banquete como un proceso litúrgico que se mueve a tra­vés de varios pasos de la celebración, distintos pero relacionados. El llamado “rito de las ofrendas” inicia la primera etapa de la liturgia eucarística, con tres momentos que comienzan con la sencilla señal de la preparación del altar. Estos pasos son: preparación del altar y de las ofrendas, procesión de las ofrendas (si la hay) y preparación de los dones.
En este artículo vamos a tratar sobre las dos primeras partes del rito.
Preparación del altar
El celebrante y el pueblo se sientan mientras los ayudantes preparan el altar. Traen el cáliz –o cálices–, el corporal y purificador(es), el misal, el atril y cualquier otro vaso que contenga formas. El acólito o un ayu­dante extiende el corporal en el centro del altar. El ayudante pone en el lado derecho del altar el cáliz y el purificador, aunque también el cáliz puede prepararse en la credencia. El misal y el atril quedan mejor formando ángulo a la izquierda del corporal. Colocar el misal delante del celebrante no es conveniente y ponerlo en el lado más alejado del corporal, obviamente, puede traer consigo algún percance.
Cualquier otro vaso sagrado con formas se colocará con cuidado en el corporal. Si hay demasiados vasos sagrados con formas, pueden colocarse fuera el cor­poral. Si se usa palia, se pondrá a la derecha del corporal. La llave del sagrario se puede dejar cerca de éste o a la derecha del corporal. Una vez preparado el altar el celebrante va directamente al altar, si no hay procesión de las ofrendas, esperando a que los ayudantes hayan preparado los vasos sagrados y el misal.

Procesión de las ofrendas
Los que van a llevar las ofrendas se reúnen junto a la mesa de las ofren­das y toman los vasos sagrados y las vinajeras. Los ayudantes o un ayu­dante (que no lleve cirio) les acompañan desde la mesa de las ofrendas hasta el altar. El pan va en una patena o en un copón, y las vinajeras, con el agua y el vino. También pueden traer las ofrendas para los pobres. No debieran llevar los cálices y otros vasos vacíos, ya que se pierde simbolismo. En ciertas ocasiones pueden llevar objetos, en particular muestras del trabajo, pero siempre con sentido común y sin desvirtuar el sentido esencialmente eucarístico del acto. Mientras se realiza la procesión el pueblo puede entonar un canto u otra forma musical.
Importante: lo primero que se debe llevar siempre es el pan y el vino.
El celebrante, normalmente, recibe las ofrendas de pie en la parte delantera del presbiterio, acompañado por dos ayudantes. De manera digna y amable, muestra agradecimiento por la generosidad expresada por esta acción. Los ayudantes recibirán de él el pan y el vino así como otros objetos y los llevarán al altar o a la credencia. El celebrante no debe llevar nada al altar. Si la colecta ya se ha realizado y se ha presen­tado dinero, éste no se pone en el altar sino en un lugar adecuado.

Terminamos con unos consejos prácticos sobre el uso del corporal.
El modo normal de extender el corporal se realiza de acuerdo con las instrucciones siguientes:
a) Se coge el corporal con la mano derecha y se coloca plano en el cen­tro del altar, aún doblado, a unos quince centímetros aproximadamen­te del borde del altar, o más lejos si es un corporal grande.
b) Se desdobla, primero a la izquierda y luego a la derecha, confor­mándose tres cuadrados.
c) Se desdobla la sección más alejada del celebrante, hacia fuera, de modo que queden seis cuadrados.
d) Finalmente, se desdobla el pliegue más próximo al celebrante que­dando visibles nueve cuadrados, y se ajusta el corporal cerca del borde del altar. Si el corporal tiene una cruz bordada en uno de los cuadrados exterio­res centrales, se gira de modo que la cruz quede lo más cerca posible del celebrante.
Aunque las Hostias ya no se colocan directamente sobre el corporal, es todavía útil para recoger los fragmentos que puedan caer en la fracción o en las purificaciones, etc. Por tanto, se debe tener cuidado para no rozar un corporal abierto y tampoco sacudirlo en el aire. Tal acción mostraría una falta de respeto al lienzo más sagrado del altar, que debe usarse siempre allí donde se celebre una Misa.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

David Sánchez
Primero una felicitación por su blog. Y le pdio me aclare, al escribir el caliz no debiera estar en la proseción, se puede entender que nunca entra en la proseción de ofrendas o puede usarse en alguna ocasión dentro de las procesion de ofrendas. Gracias de antemano y un fraternal saludo desde Monterrey,México

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
Jesús Luengo Mena dijo...

La OGMR (Ordenación General del Misal Romano)nos dice claramente en el punto 73, segundo párrafo: "En primer lugar se prepara el altar o mesa del Señor, que es el centro de toda la liturgia eucarística, y colocando sobre él el corporal, el purificador, el misal y el CÁLIZ, que también se puede preparar en la credencia". Sigue diciendo que "SE TRAEN A CONTINUACIÓN LAS OFRENDAS". De ello se deduce que el cáliz debe estar sobre el altar antes de que se lleven las ofrendas, lo cual es lógico: se llevan los elementos materiales que en la transustanciación se convertirán en sagrado alimento.
Así pues y resumiendo: no debe llevarse aunque por costumbre se haga.

Anónimo dijo...

Primero dar la felicitación por el Blogs y le pido que me aclare:En muchos lugares se suele llevar algún objeto como guitarra, libro de reglas, corona de espina, medallas, etc... en la procesión de ofrenda es correcto ese acto en la procesión de ofrenda e incluos tambien va acompañada por un comentador en el momento de presentarlo... las flores y los cirios se deberían llevar en la procesió de ofrenda. me puedes decir cual es el orden en la procesión de las ofrendas... es legitimo cuando se presenta las ofrendas hacer este tipo de moniciones o explicaciones de lo que se presenta

Jesús Luengo Mena dijo...

El sentido de la procesión de ofrendas es el de participación del pueblo y el de compartir fraternalmente los bienes con los más necesitados. Nuestros hermanos cristianos de los primeros siglos aportaban ellos mismos el pan y el vino.
En la procesión se debe llevar el pan y el vino siempre en primer lugar y después otros dones que sean para el servicio de los pobres (colectas u otras donaciones) o de la Iglesia (enseres litúrgicos, etc). Otro tipo de objetos pueden llevarse con carácter simbólico pero sin caer en exageraciones ni folclorismos excesivos. Piense que no tiene mucho sentido llevar como don al altar algo que después recupera su dueño y no se queda. Los comentarios "explicativos" de lo que se aporta nos son muy litúrgicos, siendo más apropiado que la asamblea entone un canto de ofertorio mientras se desarrolla la procesión.
Los cirios, si se llevan en procesión, debe llevarse en la procesión de entrada, no ahora.

Fundación Escuela "Danzas Rosaleda" dijo...

Jesus gracias por ese material seria bueno mantenernos en contacto ya que somos hermanos en cristo.
-mi e.mail es Luiseduardoynciarte@hotmail.com recibe bendiciones feliz navidad

Anónimo dijo...

si que le gusta a usted esto de la religion pork tenia k hacer un trabajo y he sacado un 8´5 en el examen.

gracias

Walter Laitano dijo...

necesito me aclare porque va primero el pan y vino, ya que en América es por ultimo y en las formaciones de liturgia nos enseñan eso, gracias

Carlos dijo...

En que documento de la Iglesia puedo buscar la informacion sobre el orden de entrada de la ofrenda.
Gracias don Jesús por su distinguido servicio.

Anónimo dijo...

Que bien aclarado está todo. Pero igual cuesta tanto que la gente se acostumbre a hacer bien las cosas. En mi ciudad al norte de Argentina se hace la colecta y se lleva flores u otras cosas antes del pan y el vino y aunque les lea el misal no entienden. Lo misma pasa con el salmo que no quieren algunas personas que se cante siendo que hay coro y desea hacerlo. Felicitaciones por el blog. Paz y bien

David F dijo...

Hola.
En ocasiones, no sólo durante las presentación de las ofrendas sube un lector al altar que las explica, sino que además hay ocasiones en que la explicación de una ofrenda acaba con una petición. Ej.: con esta ofrenda queremos representar.... y pedimos al Señor que no falte...
Interpreto que es incorrecto, ¿no?
Interesantísimo blog.
Un saludo,
David F