Vamos en una serie de artículos a hacer algo de historia sobre el llamado "Movimiento litúrgico" comenzando por generalidades. En otros artículos abordaremos el Movimiento litúrgico en España y los detractores del Movimiento litúrgico.
El Movimiento Litúrgico no puede ser considerado como una etapa en sí misma sino más bien como una serie de esfuerzos que surgen en diversos lugares de Europa fundamentalmente con la vocación de renovar la Liturgia para que cumpliera su misión de didascalia del pueblo cristiano y hacer asequible y entendible al pueblo la simbología de que la liturgia hace uso. No obstante y dicho lo anterior vamos a dividirlo en tres períodos bien diferenciados:
A) ETAPA DE GESTACIÓN (1840-1909).
Estos movimientos renovadores comienzan en el S. XIX marcados por el Romanticismo, al sentirse en algunas personas la necesidad de acercar la liturgia al pueblo. Se suele tomar como punto de partida la renovación monástica abanderada por el monasterio de Solesmes con su famoso abad Próspero Guéranguer (1805-1875) que restauró los benedictinos en Francia y que se puso al frente de unos ideales de romanización de la Liturgia. Este monasterio benedictino promueve el canto gregoriano y las ceremonias litúrgicas promoviendo el estudio científico de la liturgia. El abad propaga el aprecio por la Liturgia romana con las Instituciones Litúrgicas (1840-1851) dedicadas a la formación de los clérigos y con El Año Litúrgico (1841) que se edita para fomentar la instrucción de los seglares.
El abad Guéranguer sentó las bases para un renacimiento auténtico del canto romano que originan la publicación, a fines de siglo, del nuevo Gradual (1883) y del Antifonario (1891) debidos al impulso de don Jausions y don Pothiers,
Otras abadías benedictinas bajo su influjo se van sumando a este movimiento: Maredsous y Mont-César en Bélgica, cuyo abad Lambert Beauduin habla de celebrar "como comunidad y participar en la acción -salvífica de Cristo" y relanza este movimiento renovador en el Congreso de Malinas (1909), Beuton en Alemania, Finalpia en Italia y Silos (que fue restaurado por Solesmes en 1880) junto a Montserrat en España.
En esta primera etapa del Movimiento Litúrgico encontramos ya un comienzo de apostolado litúrgico. Así aparecen los primeros Misales de los Fieles (1882) y la reaparición del canto gregoriano como ya se ha dicho con la obra Paleografía Musical de Dom A. Mocquereua, monje de Solesmes.
B) ETAPA INSTITUCIONAL (1909-1943)
En el S. XX estos movimientos adoptan un estilo más pastoral y eclesial, impulsados por el Motu propio Tra le sollecitudini del papa san Pío X. Por toda Europa surgen abanderados y pioneros de este movimiento: en Bélgica destaca L. Beauduin, en Alemania podemos citar a O. Casel y a Romano Guardini como maestro de la formación litúrgica de varias generaciones del S. XX, así como la escuela litúrgica de María Laach que se caracteriza por su influencia académica y espiritual. En Italia destacan el cardenal Shuster que escribe el Liber Sacramentorum y el monasterio de Finalpia que publica la Revista Litúrgica (1914).
Dom L.Beauduin (1873-1960) fue un sacerdote secular dedicado a la pastoral obrera y que ingresó posteriormente en el monasterio de Moret-César (Lovaina). Durante el Congreso de obras Católicas de Malinas (1909) pronunció una famosa frase: "Es preciso democratizar la liturgia". Con sus propuestas superó el elitismo monástico y llevó aires renovadores a las parroquias y demás comunidades cristianas.
En Francia se crea el Centro de Pastoral Litúrgica de París como heredero del espíritu de Beauduin y los monjes de Moret-Cesar llamados Capelle y Botte siguieron sus pasos.
En España e consideran como precursores de este movimiento los monasterios ya citados de Silos y Montserrat, especialmente a partir del Congreso Litúrgico de Montserrat del año 1915. Ya más recientemente, en 1956, se fundó la Junta Nacional de Apostolado Litúrgico que fue sustituida en 1961 por la Comisión Episcopal de Liturgia, Pastoral y Arte Sacro.
Una última figura a destacar es el historiador L.Duchesne que publica allá por el año 1889 “Los orígenes del culto cristiano”en el cual el Movimiento Litúrgico comienza a hacer historia al pretender conocer el pasado a través de los libros litúrgicos.
Los Papas apoyaron este movimiento, desde san Pío X con su motu propio "Tra le sollecitudine" (1903) hasta Pío XII del que hablaremos más adelante. San Pío X realizó una reforma parcial del oficio divino y del Calendario, favoreciendo la comunión frecuente.
C) ETAPA UNIVERSAL (1943-1960)
Importante fue en esta nueva etapa la acción de Pío XII que crea en 1948 la Comisión para la Reforma Litúrgica General. Sus encíclicas Mediator Dei (1947) y Musicae Sacrae disciplina (1955) contribuyen decisivamente a ello. Este Pontífice llevó a cabo la restauración de la Semana Santa, autorizó el uso de lenguas vernáculas en la Misa y en los sacramentos y en el año 1956 dirigió un importante discurso al Congreso Internacional de Liturgia de Asís. Se modifica el Ritual del orden, las misas vespertinas, el Salterio para el Breviario, el rito de la semana Santa, la nueva ley sobre Ayuno Eucarístico, etc.
Es ahora cuando surge una crisis ritual que exige unos textos y ritos nuevos, adaptados a las nuevas corrientes renovadoras. Se van introduciendo cambios en las vestiduras litúrgicas, en el canto y en el arte litúrgico. Se trata de realizar una pastoral o apostolado litúrgico que empieza, por otra parte, a tener opositores y detractores. A Francia se le concede el Ritual Bilingüe en 1947, que se extiende posteriormente a otras naciones.
Podemos recordar, antes de dedicar unos breves párrafos al Vaticano II, una serie de centros litúrgicos que sirven de motor de estas reformas: París, Tréveris; Congresos como los de María-Laach (1951), Estrasburgo (1952), Lugano (1953), Asís (1956) y Montserrat (1958). Especialmente importante fue el de Asís (1956) que advirtió sobre la importancia de las lenguas vernáculas. También hubo Congresos sobre música sacra, que no citaremos por no hacer más prolija la exposición.
Dentro ya del Concilio Vaticano II Juan XXIII publicó un nuevo Código de Rúbricas y una nueva edición típica de libros litúrgicos. Con estas reformas se inicia una nueva etapa hacia una proyección universal.
Pero sin dudar es el Vaticano II el que da el impulso definitivo a la reforma litúrgica, reforma esta la más importante en toda la historia de la Iglesia y que en palabras de Juan Pablo II, en su Exhortación Apostólica Vicesimus quintus annus era calificada como "el fruto más visible de la obra conciliar”.
Jesús Luengo Mena
A) ETAPA DE GESTACIÓN (1840-1909).
Estos movimientos renovadores comienzan en el S. XIX marcados por el Romanticismo, al sentirse en algunas personas la necesidad de acercar la liturgia al pueblo. Se suele tomar como punto de partida la renovación monástica abanderada por el monasterio de Solesmes con su famoso abad Próspero Guéranguer (1805-1875) que restauró los benedictinos en Francia y que se puso al frente de unos ideales de romanización de la Liturgia. Este monasterio benedictino promueve el canto gregoriano y las ceremonias litúrgicas promoviendo el estudio científico de la liturgia. El abad propaga el aprecio por la Liturgia romana con las Instituciones Litúrgicas (1840-1851) dedicadas a la formación de los clérigos y con El Año Litúrgico (1841) que se edita para fomentar la instrucción de los seglares.
El abad Guéranguer sentó las bases para un renacimiento auténtico del canto romano que originan la publicación, a fines de siglo, del nuevo Gradual (1883) y del Antifonario (1891) debidos al impulso de don Jausions y don Pothiers,
Otras abadías benedictinas bajo su influjo se van sumando a este movimiento: Maredsous y Mont-César en Bélgica, cuyo abad Lambert Beauduin habla de celebrar "como comunidad y participar en la acción -salvífica de Cristo" y relanza este movimiento renovador en el Congreso de Malinas (1909), Beuton en Alemania, Finalpia en Italia y Silos (que fue restaurado por Solesmes en 1880) junto a Montserrat en España.
En esta primera etapa del Movimiento Litúrgico encontramos ya un comienzo de apostolado litúrgico. Así aparecen los primeros Misales de los Fieles (1882) y la reaparición del canto gregoriano como ya se ha dicho con la obra Paleografía Musical de Dom A. Mocquereua, monje de Solesmes.
B) ETAPA INSTITUCIONAL (1909-1943)
En el S. XX estos movimientos adoptan un estilo más pastoral y eclesial, impulsados por el Motu propio Tra le sollecitudini del papa san Pío X. Por toda Europa surgen abanderados y pioneros de este movimiento: en Bélgica destaca L. Beauduin, en Alemania podemos citar a O. Casel y a Romano Guardini como maestro de la formación litúrgica de varias generaciones del S. XX, así como la escuela litúrgica de María Laach que se caracteriza por su influencia académica y espiritual. En Italia destacan el cardenal Shuster que escribe el Liber Sacramentorum y el monasterio de Finalpia que publica la Revista Litúrgica (1914).
Dom L.Beauduin (1873-1960) fue un sacerdote secular dedicado a la pastoral obrera y que ingresó posteriormente en el monasterio de Moret-César (Lovaina). Durante el Congreso de obras Católicas de Malinas (1909) pronunció una famosa frase: "Es preciso democratizar la liturgia". Con sus propuestas superó el elitismo monástico y llevó aires renovadores a las parroquias y demás comunidades cristianas.
En Francia se crea el Centro de Pastoral Litúrgica de París como heredero del espíritu de Beauduin y los monjes de Moret-Cesar llamados Capelle y Botte siguieron sus pasos.
En España e consideran como precursores de este movimiento los monasterios ya citados de Silos y Montserrat, especialmente a partir del Congreso Litúrgico de Montserrat del año 1915. Ya más recientemente, en 1956, se fundó la Junta Nacional de Apostolado Litúrgico que fue sustituida en 1961 por la Comisión Episcopal de Liturgia, Pastoral y Arte Sacro.
Una última figura a destacar es el historiador L.Duchesne que publica allá por el año 1889 “Los orígenes del culto cristiano”en el cual el Movimiento Litúrgico comienza a hacer historia al pretender conocer el pasado a través de los libros litúrgicos.
Los Papas apoyaron este movimiento, desde san Pío X con su motu propio "Tra le sollecitudine" (1903) hasta Pío XII del que hablaremos más adelante. San Pío X realizó una reforma parcial del oficio divino y del Calendario, favoreciendo la comunión frecuente.
C) ETAPA UNIVERSAL (1943-1960)
Importante fue en esta nueva etapa la acción de Pío XII que crea en 1948 la Comisión para la Reforma Litúrgica General. Sus encíclicas Mediator Dei (1947) y Musicae Sacrae disciplina (1955) contribuyen decisivamente a ello. Este Pontífice llevó a cabo la restauración de la Semana Santa, autorizó el uso de lenguas vernáculas en la Misa y en los sacramentos y en el año 1956 dirigió un importante discurso al Congreso Internacional de Liturgia de Asís. Se modifica el Ritual del orden, las misas vespertinas, el Salterio para el Breviario, el rito de la semana Santa, la nueva ley sobre Ayuno Eucarístico, etc.
Es ahora cuando surge una crisis ritual que exige unos textos y ritos nuevos, adaptados a las nuevas corrientes renovadoras. Se van introduciendo cambios en las vestiduras litúrgicas, en el canto y en el arte litúrgico. Se trata de realizar una pastoral o apostolado litúrgico que empieza, por otra parte, a tener opositores y detractores. A Francia se le concede el Ritual Bilingüe en 1947, que se extiende posteriormente a otras naciones.
Podemos recordar, antes de dedicar unos breves párrafos al Vaticano II, una serie de centros litúrgicos que sirven de motor de estas reformas: París, Tréveris; Congresos como los de María-Laach (1951), Estrasburgo (1952), Lugano (1953), Asís (1956) y Montserrat (1958). Especialmente importante fue el de Asís (1956) que advirtió sobre la importancia de las lenguas vernáculas. También hubo Congresos sobre música sacra, que no citaremos por no hacer más prolija la exposición.
Dentro ya del Concilio Vaticano II Juan XXIII publicó un nuevo Código de Rúbricas y una nueva edición típica de libros litúrgicos. Con estas reformas se inicia una nueva etapa hacia una proyección universal.
Pero sin dudar es el Vaticano II el que da el impulso definitivo a la reforma litúrgica, reforma esta la más importante en toda la historia de la Iglesia y que en palabras de Juan Pablo II, en su Exhortación Apostólica Vicesimus quintus annus era calificada como "el fruto más visible de la obra conciliar”.
Jesús Luengo Mena
7 comentarios:
Todo el Movimiento liturgico a partir de L. Beauduin es un atentado maligno contra la Santa Iglesia Catolica. Mienten lo que quieren ligar a Dom Geranguer y a San Pio X con lo que despues fue llamado Movimiento Liturgico. Si su Santidad Pio X regresara del cielo, excomulgaria ipso facto, a todos los que facilitaron con su labor destructora disfrazada de Aggiornamiento, la reforma Liturgica concluida en el Vaticano II que termino siendo una reforma protestante mas que una catolica. Dios los perdone pues por sus frutos los hemos conocido.
Lo que dice este anómnimo es una estupidez. Entonces eso quiere decir que la Iglesia Catolica toda se equivocó al llevar a cabo la reforma litúrgica. El Espíritu Santo no asistió a la Iglesia y sólo los ultraconservadores neo-integristas como él están en lo cierto. Esto es ridículo. Parece que es miembro de la Sociedad de Pio X. Ahora tenemos que soportar su arrogancia, pues el Papa les levantó la excomunión. Pobres de nosotros!!!
Totalmente de acuerdo con el Anónimo que escribió a la 1:08 y en total desacuerdo con el Anónimo que escribe a las 8:51.
Son los dos extremos y estamos obligados a tomar partido pues "Por ser tibio te vomitare de mi boca" Apoc 3:16
Los frutos son evidentes aunque le duela a este agorero del vaticano II. Están tan ciegos de soberbia humanista que no ven la debacle moral a la que ha conducido este conciliábulo Vaticano II. Puede estar seguro que en este Concilio el Espíritu santo no fue invitado, de hecho ellos mismos declararon que el concilio era pastoral y no dogmatico y renunciaron a la infalibilidad en su conjunto. ¡INFORMESE! La ignorancia es una carga. Usted como muchos se va por la puerta fácil lanzando ofensas al decir que alguien que no está de acuerdo con el progresismo debe ser de la Sociedad San Pio X. Pues sépase, yo no lo soy y no estoy de acuerdo porque lo que se ve, no puede negarse. Usted siendo católico reza ritos protestantes, le guste o no. Todo el Novus Ordo tiene asombrosa similitud con el ritual de Taizé de los protestantes: Allá usted y su alma, pero los frutos de sus pastorales, de su colegialidad, de su democracia religiosa, son pavorosos. Solo espero que usted no tenga hijas jóvenes pues ellas, las pobres, vivirán en un mundo sin valores, donde todo es permitido y bien visto y a merced del libertinaje religioso promovido por ese falso Ecumenismo del Vaticano II. Aunque a usted NO LE GUSTE
en realidad quedo absorto con tus palabras, como responsabilizas al magisterio por la falta de madurez en la toma de desiciones de las personas, el libertinaje no es fruto del concilio sino mas bien es fruto de un mal ejercicio de la libertad.
mejor comprendan primero bien el significado de liturgia, yo te recomiendo a ti también que te INFORMES, si vieras cuantas cosas estan plasmadas en el antiguo testamento y que son copia de otras culturas, si supieras que el salmo 28 "la voz del señor sobre las aguas..." era un cantico dedicado a baal.
triste realidad y no por eso se deja de rezar en el oficio divino.
Lo importante es la presencia real y substancial de Cristo, quien es fuente de vida no? no tieen sentido pelearse sobre como nos gustan mas las tradiciones o ritos, que no dejan de ser creados por los hombres. En el Evangelio de Mateo Jesus habla sobre no volverse fanatico del rito en si. Al pelearse dan un verdadero testimonio de Jesus?? para pensarlo...
Paz y Bien! :)
Que pena: el estudio o la sobervia los aturde...
Recuerden las palabras de Gamaliel...
El querer del Señor Jesús es celebrar en espíritu y en verdad y lo que buscó el movimiento litúrgico fue eso y hoy tratamos de imponer nuestros criterios personales y hasta groceros.
Seamos más cristianos, amémos a la Iglesia, santa y pecadora y no hagamos de ella lo que queremos.
Felices Pascuas
ESTE RECUENTO ES BIEN INTERESANTE Y CREO QUE EN VEZ DE ALEJARNOS DE LA REALIDAD SUSTANCIAL QUE ES EL MISMO SACERDOCIO DE CRISTO QUE SE HACE PRESENTE EN NUESTRAS LITURGIAS, DEBE LLEVARNOS A VER CON MUY BUENOS OJOS, CADA UNA DE LAS ETAPAS QUE HA TENIDO NUESTRA LITURGIA. MUCHOS HAN SIDO LOS LEGADOS HISTÓRICOS Y LAS DECISIONES QUE, SIN REVESTIR NINGUNA MALA INTENCIÓN, TRATAN DE PONERNOS EN SINTONÍA CON EL MISMO MISTERIO. ESTE RECUENTO MUESTRA CÓMO LA IGLESIA HA ESTADO SIEMPRE A LA VANGUARDIA DE LOS TIEMPOS NUEVOS Y CÓMO CADA PAPA VA DELIMITANDO CUÁLES SON LOS INSTRUMENTOS PARA VIVIR DE UNA MEJOR MANERA LA LITURGIA QUE CREEMOS, VIVIMOS Y CELEBRAMOS.
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