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24.3.07

LA LITURGIA DE LA SEMANA SANTA I

Si se puede hablar a lo largo del Año litúrgico de un tiempo “fuerte” de gran riqueza litúrgica ese tiempo es sin duda la Semana Santa. Domingo de Ramos, Oficios del Jueves y Viernes Santos y la Vigilia Pascual son momentos cumbres del año litúrgico.
La actual Liturgia de la Semana Santa se inicia a partir de los años 1951 y 1955 siendo papa Pío XII que reforma primero la Vigila Pascual y posteriormente toda la Semana Santa. El Concilio Vaticano II, en la Sacrosantum Concilium la culmina con la posterior publicación del Misal romano de 1969. Ya quedaron atrás ritos como la ceremonia de la "Seña", efectuada en los Oficios de Semana Santa al canto del VEXILLA REGIS, que consistía en ondear una enorme bandera negra con una cruz roja y que algunos autores consideran como el origen de las actuales banderas de "paso" que llevan nuestras cofradías sevillanas o el uso del Tenebrario para iluminar tenuemente el templo e ir apagando todas sus velas excepto una en el suprimido Oficio de Tiniebas y en el cual los fieles tocaban sus carracas, o el enorme desarrollo de los llamados “monumentos”, arquitecturas efímeras para albergar la reserva del Santísimo y que en la catedral se montaba en el trascoro y casi rozaba las bóvedas por su altura y grandiosidad. Hoy sigue la costumbre pero mucho más discreta.

Hasta las reformas citadas se consideraba al Sábado Santo como día de Gloria (sábado de Gloria) ya que la Vigilia pascual se celebraba por la mañana.

Comienza la Semana Santa con el Domingo de Ramos en la Pasión del Señor (que ese es su actual nombre aunque errónea e indebidamente se le siga llamado Domingo de Pasión al anterior al de Ramos). El Domingo de Ramos, en todas las Misas, es obligatorio hacer conmemoración de la Entrada del Señor en Jerusalén, que puede realizarse con una procesión (la de los Ramos), con entrada solemne o con entrada simple, según las circunstancias de cada momento y lugar.
Las palmas y los ramos, que son signos populares de victoria, manifiestan que la muerte en la Cruz es signo de victoria. Los fieles han de tener los ramos en las manos antes de la celebración ya que la distribución de los ramos ha sido suprimida. Ese día los celebrantes usan el color rojo que apunta a la muerte del Mártir y a su posterior Victoria uniendo así la Entrada de Jesús con su muerte y resurrección.
Acabada la procesión se dice inmediatamente la oración colecta, suprimiéndose pues los ritos inciales. Asimismo se debe leer la Pasión, por lo menos en su forma abreviada. Se leerá el relato de la Pasión según el evangelista del año que toque (Mateo, Marcos o Lucas ya que el relato de Juan se reserva siempre para el Viernes Santo) y ya desde antiguo se adoptó la costumbre de actuar tres lectores distintos: el que hace de Jesús (que debe reservarse para el celebrante), otro narrador y un tercero que personifica al resto de los demás interlocutores, costumbre que debe mantenerse cuando sea posible.

En la mañana del Jueves Santo se celebra por el obispo la llamada “Misa Crismal en la cual se bendicen los Santos Oleos que se usarán durante el año. Es una Misa a la cual están especialmente llamados los sacerdotes, que en la misma renovaran sus promesas sacerdotales.
Jesús Luengo Mena, Lector instituido

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