7.7.07

LA PARTICIPACIÓN DE LOS LAICOS EN LA LITURGIA III

Además de los ministerios instituidos existen "ministerios de hecho" que son los que ejercen la mayoría de los laicos de manera más o menos estable.
Se trata del organista, el servicio de acogida a los fieles, el animador musical, el coro, los acólitos o monaguillos, el lector, los cantores y el salmista, el animador de la celebración o monicionista, el sacristán o capiller e incluso laicos que distribuyan la comunión cuando estén autorizados para ello y se den las condiciones oportunas que serían ministros extraordinarios de la comunión. (SC 29).
Así pues, aunque los ministros ordinarios de la sagrada Comunión son los obispos, presbíteros y diáconos el acólito instituido es ministro extraordinario de la sagrada Comunión, incluso fuera de la celebración de la Misa y sólo en casos muy especiales e imprevistos el sacerdote que preside la celebración eucarística puede dar un permiso “ad actum”, o sea, para ese momento, a un fiel laico: en casos de aglomeración excesiva de fieles que quieran recibir la comunión o por razones de indisposición transitoria, etc.
Y ahora veamos cómo participa el resto de los fieles.
El resto de los fieles, la gran mayoría, participa en los cauces establecidos que deben ser: manifestando un profundo sentido religioso y caritativo, evitando particularismos, formando un solo cuerpo, cantando, orando en común, en la oración de los fieles, aclamando, respondiendo al sacerdote, guardando el sagrado silencio cuando sea requerido, con gestos, acciones y posturas corporales etc. Así pues no todos podemos hacer de todo sino cada uno lo suyo propio.
Jesús Luengo Mena, Lector instituido

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